“Murio Spinetta”, decía el mensaje que recibí ayer a la tarde. Todos nos vamos a morir un día. Esto es así, y mas que injusto, es un absurdo. Por eso no voy a hablar de la muerte. Que haya existido alguien como Luis Alberto Spinetta hace que a la vida le podamos encontrar más sentido. Lo vi por primera vez en vivo en unos carnavales en la rural, era 1977. Volvía a presentarse luego de la disolución de Invisible. A esa altura ya era un procer del rock nacional. Y ya era mi ídolo, tenia varios de sus discos, y creo que su libro de poesías , “Guitarra negra”. Aquel dia presento temas de “A 18 minutos del sol”. Luego lo volví a ver, unos años más tarde; en aquel retorno fantástico de Almendra. El estadio de Obras exploto cuando arrancaron con” Ana no duerme”. No podía creerlo cuando escuche “muchacha”, por primera vez, en vivo. Y después hubo varios conciertos que quedaron siempre en mí. Estuve en aquel obras de Spineta jade junto a Seru giran, recuerdo la apertura con Charly, de ese concierto con “que ves el cielo” y el final impresionante con ese tema- obra de arte llamado “Cristalida”, tocada por las dos bandas. Recuerdo muy especialmente un recital acústico, en el auditorio del entonces banco patricios, donde toco solo temas tranquilos, escuche por primera vez en vivo la hermosa “canción para los días de la vida”. Recuerdo que minutos antes de empezar el show , me lo cruzo saliendo del baño… y me quede paralizado, no me anime a decirle una palabra. Recuerdo su mal humor, muchas veces, cuando en un concierto presentaba un disco nuevo y le pedían temas viejos. A veces estaba de buen humor y hacia chistes malísimos. Un personaje el flaco. Otro gran concierto fue en el gran rex en la presentación de peluson of milk, se toco todo, yo estaba , entonces en una situación sentimental especial… y el flaco, cuando canta “será que la canción llego hasta el sol”, le cambia la letra al último verso, y dice “No hay ningún momento que se pueda comparar a TU amor” . me matö . La última vez que lo vi fue el mejor concierto que presencié en mi vida, hace poco más de dos años, con las bandas eternas. Vi por primera vez en vivo a Pescado rabioso. Aquel maravilloso concierto de tantas horas, donde El mismo, a fuerza de tantos grandes temas, se puso en el lugar más alto de la historia del rock nacional… y nadie le dijo que no.
Tengo su música y su poesía conmigo, tengo miles de frases de sus temas. Puedo describir momentos de mi vida con versos de sus canciones. Se que todo eso no murió..porque la muerte se lleva algunas cosas, no todas. No voy a decir que no murió. Porque ya no habrá nuevo concierto, no habrá nuevas canciones. Porque cosas tan insignificantes como un cáncer nos cortaron la posibilidad de todo lo que le quedaba para dar. Al fin, era como todos: un ser humano..y todas las hojas.., es verdad, son del viento.. Recuerdo aquel concierto con las bandas eternas, Aquellas cinco horas de spinetta que parecían ,realmente eternas.. parecía que no iba a terminar, de hecho no supe si termino ese concierto… El flaco quiso hacerse el eterno, y quizás demasiada osadía, tuvo un precio. “Murió spinetta” decía el mensaje que recibí ayer. Y eso es inevitablemente cierto. Su música su poesía no es solo música y poesía: Es parte de nuestra historia;todos esos temas que hoy podemos postear, escuchar, nos modelaron, nos tallaron, como dijo alguien, son constitutivos de lo que somos. Expresaron, lo que uno sentía y no podía poner en palabras. Sus frases abrieron recorridos en cuya sinuosidad, nos reconocimos. El flaco dejo sabores de eternidad. Nos hizo imaginar imposibles, y desearlos.. ¿ como imaginar la vida sin el flaco? Nos quedamos sin toda esa luz que provenía de El…Sin duda el mundo sin la poesía del flaco pierde mucha belleza. En aquel concierto eterno él a cada rato decía “miren que esto sigue”, “miren que todavía falta lo mejor”. Seguro habrá tenido alguna frase en el momento que su vida se apagaba. Nunca lo sabremos…pero igual es imposible apagar tanta luz. Se nos fue el guerrero incansable, el alma de diamante, se nos murió el hombre-niño que escribía en el cielo, ya no hay ruido de magia. Quedamos nosotros, con todo lo que el nos dejo, y es mucho. Pero igual tendremos que saber como es la soledad. “Los hombres al morir son blancos, muy blancos”, cantaba en uno de sus primeros temas. Y aquel que compuso con Charly, decía “morí sin morir”…… Eso también es cierto.
Luis Angel Dib, 9 de febrero de 2012.
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