martes, 3 de agosto de 2010

De donde salió esta mina ?



Salió de acá de Argentina

para despertar la inquina

de los necios de este mundo

salió del país profundo,

salió del sur y del norte

con inteligencia y porte

pa`que tiemblen los gallinas



De donde salió esta mina ?

salió de los cosecheros,

los que explotan, los negreros

de la Argentina vacuna

gorilas desde su cuna

viciosos, brutos, paquetes

no toleran el doblete

que hizo Nestor y Cristina



De donde salió esta mina ?

salió de Arturo Jauretche

del pan, el café con leche

del tango, del firulete

de Marechal con bonete

pa`que sufra noche y día

la atorranta oligarquía

que fundió nuestra Argentina





De donde salió esta mina ?

salió de los calabozos

donde cortados a trozos

con su picana caliente

mutilaban a la gente

estos cobardes, zoretes

que hoy tiemblan ante un piquete

que se arma en alguna esquina



De donde salió esta mina ?

salió de pañuelos blancos

armados ante el espanto

de tanta sangre caída

de tantas madres sufridas

por encontrar a sus hijos

los jueves, sus días fijos

hoy, todavía caminan



De donde salió esta mina ?

salió del alma de Eva

de aquella que puso a prueba

a poderosos de turno,

les hizo cambiar el rumbo

de una Argentina sufrida

así, la clase oprimida

entró en la senda divina



De donde salió esta mina ?

que te asustan sus vestidos

envidiás, sos resentido

aunque no andás con lo puesto

lo que no pagás de impuestos

aunque a la Patria le cueste

llevás a Punta del Este

y criticás la Argentina!





De dónde salió esta mina ?

salió de la Facultad

vos, que hiciste la mitad

de alguna de las privadas

aunque papá te pagaba

tu cabeza no dió frutos

y hoy sos uno de los brutos

que solo produce orina



De dónde salió esta mina ?

de Forja, de Carta Abierta

de los que abrieron la puerta

para que el país se incluya

los que no hicieron la suya,

los Rosas, los Artiguistas

nosotros, los Peronistas

y la lista no termina…



De donde salio esta mina ?

tambien salio de Dorrego, de Moreno, de Azurduyuy

de Malvinas a Jujuy

de Corrientes a Mendoza

ella es Chacho Peñaloza,

es hija de San Martin,

ella es la flor del jardin

Uds. son las espinas



De dónde salió esta mina ?

a vos, poeta barato

quiero contarte en un rato

el linaje de su origen

ella es del pueblo aborigen

del guaraní, el amancay

vos, que lees a Bucay

y te crees Alfonsina





De dónde salió esta mina ?

no debería preocuparte

yo te aconsejo esmerarte

por saber a dónde vá

pues recién va en la mitad

de éste, su primer mandato

y te aviso, hay para rato

de PRESIDENTA CRISTINA !!!

domingo, 1 de agosto de 2010


Calle Florida, túnel de flores podridas.
Y el pobrerío se quedó sin madre
llorando entre faroles sin crespones.
Llorando en cueros, para siempre, solos.
Sombríos machos de corbata negra
sufrían rencorosos por decreto
y el órgano por Radio del Estado
hizo durar a Dios un mes o dos.
Buenos Aires de niebla y de silencio.
El Barrio Norte tras las celosías
encargaba a París rayos de sol.
La cola interminable para verla
y los que maldecían por si acaso
no vayan esos cabecitas negras
a bienaventurar a una cualquiera.

Flores podridas para Cleopatra.
Y los grasitas con el corazón rajado,
rajado en serio. Huérfanos. Silencio.
Calles de invierno donde nadie pregona
El Líder, Democracia, La Razón.
Y Antonio Tormo calla "amémonos".
Un vendaval de luto obligatorio.
Escarapelas con coágulos negros.
El siglo nunca vio muerte más muerte.
Pobrecitos rubíes, esmeraldas,
visones ofrendados por el pueblo,
sandalias de oro, sedas virreinales,
vacías, arrumbadas en la noche.
Y el odio entre paréntesis, rumiando
venganza en sótanos y con picana.

Y el amor y el dolor que eran de veras
gimiendo en el cordón de la vereda.
Lágrimas enjuagadas con harapos,
Madrecita de los Desamparados.
Silencio, que hasta el tango se murió.
Orden de arriba y lágrimas de abajo.
En plena juventud. No somos nada.
No somos nada más que un gran castigo.
Se pintó la República de negro

No descanses en paz, alza los brazos,
no para el día del renunciamiento
sino para juntarte a las mujeres
con tu bandera redentora
lavada en pólvora, resucitando.

No sé quién fuiste, pero te jugaste.
Torciste el Riachuelo a Plaza de Mayo,
metiste a las mujeres en la historia
de prepo, arrebatando los micrófonos,
repartiendo venganzas y limosnas.
Bruta como un diamante en un chiquero
¿Quién va a tirarte la última piedra?

Quizás un día nos juntemos
para invocar tu insólito coraje.

Todas, las contreras, las idólatras,
las madres incesantes, las rameras,
las que te amaron, las que te maldijeron,
las que obedientes tiran hijos
a la basura de la guerra, todas
las que ahora en el mundo fraternizan
sublevándose contra la aniquilación.

Cuando los buitres te dejen tranquila
y huyas de las estampas y el ultraje
empezaremos a saber quién fuiste.
Con látigo y sumisa, pasiva y compasiva,
única reina que tuvimos, loca
que arrebató el poder a los soldados.

Cuando juntas las reas y las monjas
y las violadas en los teleteatros
y las que callan pero no consienten
arrebatemos la liberación
para no naufragar en espejitos
ni bañarnos para los ejecutivos.

Cuando hagamos escándalo y justicia
el tiempo habrá pasado en limpio
tu prepotencia y tu martirio, hermana.
Tener agallas, como vos tuviste,
fanática, leal, desenfrenada

María Elena Walsh


PELDAÑOS Así como cada flor se marchita, y cada juventud cede a la vejez, así cada peldaño florece de la vida, florece también cada sabiduría y cada virtud a su debido tiempo y no puede durar eternamente. A cada llamado de la vida debe el corazón estar dispuesto a despedirse y comenzar de nuevo, para ofrendarse valiente y sin lamento en otros círculos más nuevos. Y en el interior de cada comienzo un encanto habita que nos ampara y a continuar la vida ayuda. Alegres debemos atravesar espacio tras espacio, y no adherirnos a ninguna patria, no quiere encadenarnos el espíritu del siglo ni apretarnos, quiere que peldaño a peldaño nos alcemos y extendamos. Apenas con cordial intimidad nos habituamos a un ambiente, un debilitamiento amenaza. Sólo quien esté dispuesto a la partida y para el viaje puede romper el hábito paralizador. Quizás también la hora de la muerte últimamente nuevos espacios nos envíe, nunca habrá fin para el llamado de la vida... ¡Entonces, corazón, despídete y la salud recobra! Herman Hesse